Los ojos
Los
ojos deben ser brillantes y cristalinos, sin legañas. Un ojo que
se nubla de repente puede delatar la existencia de una úlcera, como
resultado de un trozo de paja incrustado en el ojo. Cualquier problema en los
ojos requiere atención veterinaria urgente. Debes saber que las
cobayas normalmente segregan una sustancia lechosa por los ojos, la
utilizan para asearse, ¡no te preocupes por esto!
La nariz
La
nariz debe estar limpia y no debe gotear. Cualquier descarga o
estornudo pueden sugerir que tu cobaya está resfriada.
El pelaje
Debe
ser denso y estar limpio. Cualquier zona sin pelo o con la piel enrojecida y ulcerada, puede sugerir que tu cobaya tiene
ácaros. Vigílala de cerca, ¿se rasca más de lo
habitual? Los ácaros excavan debajo de la piel causando sarna; cuanto
antes detectes el problema, antes podrás tratarlo, ¡tu
cobaya te lo agradecerá! A veces, podrás ver liendres
diminutas caminando en su piel, son los ácaros del heno, inofensivos, con un simple champú te desharás de ellos.
Las patas y las uñas
Nunca dejes crecer las uñas de tu cobaya durante mucho tiempo y comprueba regularmente la parte inferior de sus patas para detectar cualquier tipo de problema, ya que en esta zona no tienen pelo. La ropa de cama debe ser suave
para no irritar la planta de sus pies, las virutas de madera y el heno son lo más apropiado.
Las partes inferior y trasera
También hay que examinar esta zona... Debe estar
limpia y seca. Si la zona de la entrepierna está húmeda y
maloliente, puede significar que la cobaya tiene infección de orina. Los machos
adultos pueden tener problemas cuando se atascan los excrementos
a la salida, ya que no podrían comer los caecotrophs como deberían.
Su veterinario te enseñará cómo ayudarles.
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